Detesto a mi familia y su alegría mediocre hecha de nada.
Me bastaría decir una frase para hacer q cualquiera de ellos se ponga a llorar de dolor.
Son las consecuencias de años de negación y no-introspección, no análisis, no preguntarse cuál es el sentido de todo esto, vivir una vida basada en la nada, en el "estar de paso".
Una vida absurda.
domingo, 23 de septiembre de 2007
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