sábado, 26 de julio de 2008

Sus labios abiertos al otro mundo

Para B., con mucho amor, you are the best, baby.


Bárbara sí que sabía como hacer felíz a un hombre, con sus manos suaves, con sus muslos, su vientre y su boca caliente.
Ella podía hacerte sentir como el Rey del mundo, o como un jodido Dios, con esa boca.
Te llevaba a otro mundo, lejos de tu ciudad grís, de tu trabajo grís, de tu vida tibia, mediocre y absurda.
Su boca húmeda era un objeto mágico que podía embriagarte y detener el tiempo, sus labios eran la entrada a un lugar ideal, la vuelta al útero. Ella hacía de éste sitio miserable una tierra celestial donde jamás envejecerías ni sentirías dolor. Y, eso, es todo lo que un hombre necesita para ser felíz, una mujer tan cariñosa, tan fiel, (tan MUJER) que lo ame tanto como para hacerlo sentir un rey cuando vuelve a casa cansado y miserable.
Un día, ella va a hacer muy feliz a algún tipo afortunado, que sepa ser hombre suficiente.

1 comentario:

Txus dijo...

fa, esa �ltima frase, me hizo un nudo en la garganta... eso q me tome las pastillas ya, je...